Parece que fue ayer cuando estaba preparando junto a mi padre las escopetas y pensando la zona que cazaríamos al día siguiente, era 14 de agosto y este era mi primer año con el permiso de armas, era la primera vez que iba a estar solo en el puesto y sin la compañía de mi padre. Esa noche casi ni dormí, estaba nervioso de pensar como seria este gran día, había disparado ya en muchas ocasiones pero siempre bajo la supervisión de mi padre pero ese día seria diferente.
Sonó el despertador, eran las 5 de la madrugada, rápidamente fui a despertar a mi padre, para el iba a ser un principio de temporada como otro cualquiera, eso si ahora se aburriría un poco mas sin mi compañía.
Estaba saliendo el sol y ya nos encontrábamos en el puesto, pronto empezaron a pasar las primeras tórtolas en bandos bastante grandes y derribe la primera, también oí disparar a mi padre varias ocasiones; todavía tuve tiempo de abatir otra ave mas antes de ir al encuentro con mi padre que también había abatido un par de aves.
Eran las 11 h y el sol ya apretaba de lolindo y decidimos irnos, a la tarde tendríamos la oportunidad de tumbar un palomo y tres tórtolas mas.
Después de esto, la jornadas se han ido sucediendo y el ir solo ya no me es un problema, pero como siempre se acaba y como todos los años tendremos que esperar al siguiente para poder ir al monte y realizar el bello deporte de la caza.
Un saludo.
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